40 ANIVERSARIO

40 ANIVERSARIO

“Llego por fin el gran día deseado por todos. La inauguración oficial de la nueva parroquia, complejo de vivienda y locales parroquiales. Con gran jubilo  y no pocas prisas hicimos todos los preparativos”

Así se nos recuerda en la crónica de la casa la fecha del 27 de junio de 1981 con la inauguración oficial de nuestro Templo parroquial. Aunque todo había comenzado casi veinte años antes cuando el Arzobispo de Madrid, D. Casimiro Morcillo, con motivo de la división y multiplicación parroquial en Madrid, en el año 1964, ofreció a la Congregación Claretiana la Parroquia de “Nuestra Señora del Espino,” en un solar próximo a la plaza de Castilla y  como ampliación del Arciprestazgo de “Nuestra Señora de las Victorias”.

Durante esto ese tiempo mucho han sido los esfuerzos realizados para que conseguir que el tempo fue una realidad, como el 26 de octubre de 1979 donde la crónica nos dice “Día para ser escrito con letras grande en la crónica de la parroquia. Se nos concede la licencia de obra. No ha sido nada fácil.” También el 9 de enero de 1980 “Llegó el día verdaderamente importante: la primera piedra oficial de la parroquia. Con mucha sencillez, al terminar el trabajo de este día nos juntamos en una zanja, en lo que sería fundamentalmente la puerta de entrada y se procedió a la bendición litúrgica. Después se depositó  un documento con las firmas de los presentes, una estampa del corazón del María y varias monedas actuales”

Muchos años, muchos esfuerzos para llegar a ese día con un detalle hermoso pues tuvo lugar la ordenación de cuatro Misioneros Claretianos, que eligieron estrenar su sacerdocio junto el nuevo templo, Fernando Torres, Carlos García Andrade, Arturo Pinacho y Agapito Gil, presidia la celebración D. Vicente Enrique Tarancón.

Y también la crónica nos recuerda que “la iglesia estaba de bote en bote y no es un tópico. Creo que pasara mucho tiempo en que vuelva a llenarse así. Después hubo un vino español y todos pudieron ver la casa y los locales nuevos. Así paso toda la tarde y anochecio, lleno de parabienes, risas y cantos de alegría y felicitación. Fue un día imborrable y ahora la comunidad ya podía dar rienda a sus afanes apostólicos con más amplitud y con un mejor servicio a todos los feligreses”.

Cuarenta años después seguimos con esos “afanes apostólicos” queriendo acompañar al pueblo de Dios en esta zona de Tetuan-Ventilla y recordando a tantos Claretianos que han entregado  su vida con espíritu misionero, reflejados todos ellos en el P. Gregorio Riaño, párroco en el momento de la bendición que falleció el año pasado. También a tantos laicos comprometidos que han entregado lo mejor de su vida por su parroquia. Gracias a todos.

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